Los primeros diez años de Mazars en México: La vorágine del tiempo

Conforme avanza mi tiempo, veo venir y pasar cada vez más rápido el propio y el de los demás. No me extraña, pero me llama especialmente la atención que lo mismo les ocurre a muchas personas que están en los treintas, y aún a algunas que siguen en los veintes. No es un tema de edad: la velocidad de nuestra evolución; del avance tecnológico; la inmediatez con la que podemos acceder a información y desecharla; el stress de llegar; la presión por lograr...; las distancias que recorremos; todo esto coincide en imprimir una velocidad a nuestras vidas que con franqueza creo que sí debemos aprender a vivir, pero también debemos aprender a controlar. No podemos perder la oportunidad de saborear nuestra vida, hecha de momentos.

Como tal, nuestros primeros diez años están pletóricos de experiencias. Imposible recordarlas todas y describirlas, no se tratará este artículo, o mini serie de ellos, de crear una memoria de nuestros primeros diez años, pero sí voy a compartir algunas que marcaron nuestra ruta. Cada cosa que hemos vivido es parte del camino para estar donde estamos.

Nuestra Sociedad en México, como funciona hoy, nace legalmente en marzo de 2009. Para llegar a esta incorporación y para empezar a operar en septiembre del mismo año, fue necesario un proceso que inició en 2006; un proceso de conocimiento, de negociaciones, de acuerdos entre el Grupo Mazars, la Firma de la que salimos la mayor parte de los Socios y personal que formaríamos esta nueva Sociedad en México, y otra Firma que en aquel año era ya parte del Grupo Mazars, pero que un año y medio después del inicio tomó el acuerdo con el Grupo de separarse de nuestra organización. Algunos miembros y un socio de esa Firma continuaron con nosotros.

La Sociedad de la que salimos la mayor parte de los Socios y personal que formamos esta nueva organización de Mazars en México fue el Despacho Freyssinier Morín, (DFM), sociedad cuya historia llegó a los cien años; sociedad que fue uno de los pilares de la profesión contable en México, y que fue firma miembro de una de aquellas Big 8… Big 7… Big 6...; sociedad a la que tuve el honor de pertenecer y de la que aprendí mucho de lo que sé. Recuerdo al DFM con gratitud y con orgullo, en nombre de todos los que venimos profesionalmente de ella.

Me tocó participar desde las primeras conversaciones en la Ciudad de México; después, nuestra visita a París para reunirnos con el Group Executive Board (GEB) en pleno, reunión durante la que se nos hizo el planteamiento de incorporación y el inicio de las negociaciones locales.

Después de esto vinieron las incorporaciones de otras sociedades que han contribuido al crecimiento, cobertura y fortaleza de nuestra organización nacional: Monterrey en 2010; Mexicali y Guadalajara en 2013; nuestra Línea de Precios de Transferencia en 2011. Han ocurrido también los gratos nombramientos, como Socios, de profesionales que iniciaron desde 2009 como miembros de nuestros equipos. Han llegado también otros Socios que no estuvieron como miembros de la Firma en México en aquel inicio en 2009. Hemos visto ya también llegar al momento de su retiro a cuatro Socios del despacho.

Durante estos primeros diez años, Mazars en México ha trazado una trayectoria ascendente, en todos sentidos: nuestro volumen de actividad e ingresos consecuentes; el número de personas que integramos los equipos profesionales de la Firma hasta llegar a 400; nuestra cobertura nacional, con 9 oficinas en la República Mexicana; nuestra cartera de clientes; nuestras líneas de servicios, que al principio eran solo auditoría y una pequeña actividad de Contabilidad y Outsourcing, y que hoy cubren la actividad de Auditoría, Contabilidad y Outsourcing, Impuestos y Precios de Transferencia, Consultoría, y recientemente Asesoría Financiera. Pasamos de ser una Firma 95% auditora, a ser una Firma con servicios diversificados para ofrecer soluciones integrales a nuestros clientes, internacionales y nacionales.

Trazamos esta trayectoria, no sin algunas dificultades que los ajustes de la organización y el crecimiento nos han hecho afrontar, pero hemos salido adelante y bien, y seguimos en esa tendencia ascendente gracias al compromiso de los Socios de la Firma, gracias al apoyo consistente del Grupo Mazars, gracias al trabajo cotidiano, entusiasta y positivo de nuestros equipos de trabajo, de todos los Mazarianos en México, y por supuesto, gracias a la confianza depositada por nuestros clientes.

Pensando sobre la vorágine del tiempo, y en medio de la celebración de los diez años de Mazars en México, quiero detenerme a reflexionar y compartir estos momentos, pero sobre todo agradecer a los que hemos participado en estos primeros diez años, a los que siguen escribiendo esta historia de un proyecto que sigue creciendo, pero que principalmente, cada día es más y mejor conocido en nuestro medio como una Firma confiable, de calidad, de principios sólidos, creciente y participativa en el medio profesional y de negocios, preocupada por la trayectoria y el bienestar de sus colaboradores, y comprometida con crear una sociedad más transparente y sostenible, de la mano de sus clientes.

Jorge Santibáñez.